Despues de una reunión hace unos días con una supervisora de un servicio "sensible" he podido sacar algunas conclusiones.
Es evidente que todo el peso de las ineficiencias que destacan en algunos lugares no recae únicamente en supervisores y personal, y que la presión recibida por algunos de estos a través de la cadena de mando es muy a menudo aplastante ya que es "vox populi" que el nivel de compromiso, calidad y atención que dispensamos muy frecuentemente es bloqueado por decisiones puramente coyunturales, que lejanamente reflejan las carencias que vivimos todos los días.
Pero esta situación no exime a ningún mando de llevar a cabo los compromisos que tiene adquiridos. La respuesta veraz a esta reflexión quizás tambaleara el pedestal de much@s supervisor@s.
