lunes, 4 de marzo de 2013

La lista de espera sanitaria infringe todos los plazos máximos legales

El Colegio de Médicos de Tenerife demuestra que en especialidades en las que la ley fija que el paciente ha de ser atendido antes de 90 o 150 días se registran esperas de hasta 510.
G. Maestre, S/C de Tenerife
El impacto social de las listas de espera publicadas hace dos semanas por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias sigue estando vigente, puesto que después de saber que se ha incrementado en casi 5.000 personas el número de pacientes pendientes de una operación y que cerca de 24.000 esperan para ser vistos por un especialista, ahora es el propio Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife el que pone el acento en el tiempo de espera que, según su presidente, Rodrigo Martín, "demuestra que se están traspasando líneas rojas y que los datos no se pueden dar tan a la ligera, sino servicio por servicio, para que se sepa la realidad y se pueda actuar en consecuencia. El sistema actual no sirve de nada, entre otras cosas, porque está permitiendo que las patologías se agraven sin que haya mejoras claras en la gestión. Ética y moralmente es reprobable".
Y es que la institución colegial ha realizado un profundo trabajo de recopilación de datos que ha venido a cuantificar el tiempo de espera en numerosas especialidades e intervenciones quirúrgicas, una cifra que, hasta la fecha, nunca ha sido publicada por la Consejería.
De ese estudio -en el que los datos han sido aportados directamente por los facultativos-, se desprende que los plazos máximos de espera establecidos en el Servicio Canario de Salud (SCS) por la orden de 26 de diciembre de 2006 se vulneran de forma generalizada y en determinados casos incluso se quintuplican.
Ejemplos de esta situación hay varios, pero quizás entre los más destacados, por el enorme volumen de pacientes que padecen esta patología, se encuentran las operaciones de cataratas.
Mientras que la ley establece un "periodo máximo de acceso garantizado de 90 días", la realidad es que en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) no baja de los 200 y en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) es de 240 días.
En lo referente a la colocación de prótesis de cadera -independientemente de que se trate de una sustitución total o parcial o incluso de una revisión- la espera máxima legal es de 90 días, pero en ambos hospitales se infringe ampliamente. Así, en La Candelaria es de 250 días y en el HUC de cien días más, es decir, 350 días, con el agravante de que durante varios meses no se admitieron nuevos casos en la lista de espera hasta que se abriera la agenda en enero de este año.
Las colecistectomía -intervención clínico-quirúrgica que consiste en la extracción de la vesícula biliar, bien a través de laparoscopia o la colecistectomía abierta- es necesaria en pacientes que sufren cálculos biliares, tiene dolor abdominal intenso por un cólico de vesícula, inflamación por infección de vesícula o el bloqueo de los conductos biliares.
Independientemente de cuál sea el caso, la espera máxima debería ser de 90 días, pero en la realidad en La Candelaria es de 360 días, mientras que en el HUC solo se están operando las complicadas y tampoco se admitieron nuevos casos hasta este enero.
Sin embargo, quien se lleva la palma es la especialidad de oftalmología, donde la espera es de 510 días, pese a que todas las intervenciones relacionadas con el ojo deberían hacerse en periodos comprendidos entre los 90 y los 150 días.
Dentro de las especialidades médicas, la espera para ser visto por un especialista en Ginecología en la provincia de Santa Cruz de Tenerife alcanza los 450 días y los 390 en Traumatología, lista que cierra Psiquiatría con 180 días de espera.
Pero en las pruebas diagnósticas complementarias solicitadas a Atención Primaria también hay esperas que pueden calificarse de escandalosas sin faltar a la verdad, como por ejemplo, la ecografía abdominal, con 270 días de espera, o la mamografía diagnóstica o la colonoscopia diagnóstica, con 120 y 100 días respectivamente.
Ir a la privada y pasar la factura no sirve de nada
Supuestamente las personas que llevan esperando más tiempo de los plazos establecidos por ley tienen derecho a acudir a una clínica privada, costearse el tratamiento y luego exigirle a Sanidad el reembolso, pero es eso un supuesto, porque en la realidad se ponen tantas trabas y los plazos son tan inexactos que casi nadie se decide por esta opción. El letrado Raúl Alonso recuerda que los tiempos de espera vienen delimitados por una cuestión técnica en los que se presupone que la patología no sufre ninguna alteración irreversible. "Ante un agravamiento existe una acción de responsabilidad patrimonial contra la administración por el anormal funcionamiento del servicio público", aclara. No obstante, Alonso admite que "el problema es que la administración reconoce ese derecho, pero da todo tipo de largas y hace todo lo posible por incumplir la norma. De todas formas se puede judicializar, pero el problema es que ahora con las tasas y demás es una opción a la que cada vez menos gente puede acogerse y se pone contra las cuerdas al Estado del Bienestar", sentencia este experto.

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