Los profesionales del Hospital Universitario Materno de Canarias –Pedro Suárez y Rafael González, hoy jubilados y ex jefes de Cardiología Pediátrica y Cuidados Intensivos, respectivamente, y Gabriel Iacona, entonces cirujano especialista en cardiopatías congénitas, serán citados próximamente a declarar en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife en el caso de la bebé china que murió hace dos años a causa de una cardiopatía en el Hospital de La Candelaria en espera de su traslado a La Paz en Madrid. En sus testimonios está la clave del proceso judicial, aún en fase de instrucción, que se mantiene abierto desde hace dos años tras la denuncia interpuesta por la familia de Ziyao Lia y de la Asociación Corazón y Vida y la Plataforma Tricontinental de Cardiopatías Congénitas contra la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias como responsable de un posible delito de omisión del socorro, según asegura el abogado Víctor Martín Álvarez.
Martín insiste en que los médicos del Materno-Insular en Gran Canaria «tenían constancia del historial médico de la niña por parte de la administración sanitaria» y estaban preparados para realizarle una intervención, conocida como banding pulmonar, que «podría haber estabilizado clínicamente» a la bebé hasta su traslado a La Paz.
Sin embargo, Sanidad mantiene que, en ningún momento se acordó su traslado a Gran Canaria, en donde se encontraban los profesionales de la recién cerrada Unidad de Cardiopatía Infantil, sino su derivación a Madrid debido a la gravedad de su patología, según el abogado. Pero, el traslado nunca se realizó debido a las inclemencias meteorológicas y a que la niña no estaba lo suficientemente estable y falleció, señala Sanidad en sus informes. «Lo peor de este caso es que el traslado a Madrid no era posible porque aún no estaba cerrado el convenio de colaboración con La Paz y se desecho que la atendieran los profesionales altamente cualificados del Materno», dice.
Odra Rodríguez

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