miércoles, 4 de abril de 2012

Los pluses desatan protestas entre el personal de los hospitales

G. MAESTRE, S/C de Tenerife
La plantilla del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC) acogió ayer con "indignación e incredulidad" la instrucción del Servicio Canario de Salud (SCS) que entró en vigor ayer en la que se definen las cuantías de los complementos de productividad que recibirán todos los gerentes, directores y subdirectores, una cuantía que asciende a un total de 658.000 euros si consiguen los objetivos asistenciales y presupuestarios marcados por el SCS para este año.
El impacto de la noticia fue tal que de forma instantánea en los dos centros hospitalarios los trabajadores trataron de llevar a cabo "sobre la marcha" sendas concentraciones en la puerta principal de los centros y, en el caso del HUC, incluso acudir de forma masiva hasta la Gerencia para "pedir explicaciones".
Llamada a la calma
"Hemos hecho una llamada a la calma y les hemos explicado a los trabajadores que se podrán hacer cuantas protestas se consideren necesarias, pero hay que encauzarlas y hacerlas bien y no por una calentura, por muy justificada que esta esté", confirmaban ayer fuentes de Intersindical Canaria (IC), para quienes "es de lo más normal que se produzcan este tipo de reacciones cuando a la plantilla se le dice que tiene que trabajar más con menos medios, cobrando menos y prescindiendo de numeroso personal eventual y después se entera de que los gerentes y los directores médicos, de gestión y de enfermería pueden llegar a cobrar hasta 17.500 euros en complementos de productividad".
No obstante, para hoy no se descarta que se lleve a cabo algún acto de protesta.
Precisamente desde IC, Cati Darias, del HUC, calificó de "vergonzoso que esta medida se haya aprobado a la par que existen unidades de hospitalización cerradas y bloqueo de camas, cierre de actividad quirúrgica, de consultas y pruebas diagnósticas en el turno de tarde en los hospitales de tercer nivel, un incremento desmesurado de listas de espera -tanto quirúrgicas como para consultas y pruebas diagnósticas-, unas urgencias colapsadas y un incremento de la conflictividad laboral, con recorte de derechos, que incluyen el aumento de la jornada laboral, además de recortes en las contrataciones, ausencia de sustituciones, lo que conlleva incremento de cargas de trabajo en detrimento de la calidad asistencial y la desmotivación del personal". (El dia.es)


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