Hace 32 años para el caso del hospital del Sur y 26 para el del Norte que se
evidenció la necesidad de construir hospitales comarcales en la isla de Tenerife.
26 y 32 años, se dice pronto: años de esfuerzos, reuniones, esperanzas,
ilusiones...... que afectan a tanta gente y que continúa siendo un proyecto sin
terminar en los despachos de nuestros gobernantes. Si no fuera porque es serio
y preocupante parecería que se trata de un chiste.
Desde el año 1978 (aún sin transferencias sanitarias) ya se había contemplado la necesidad de un Hospital en el Sur-Suroeste en los presupuestos generales del Estado.
Los ayuntamientos apoyaron la creación de ambos Hospitales iniciándose polémica respecto a la ubicación en el Norte pues tanto el ayuntamiento de Icod que ya había ofertado el terreno, como el de la Orotava pretendían ubicarlo en su municipio. Ante esta polémica se destina dinero público a pagar a una empresa privada GERS (sucursal de Iberdrola), simplemente para determinar en cuál de los dos municipios se ubicaría definitivamente. Como si la administración pública Canaria no contara con técnicos competentes para resolverlo (SIEMPRE LO PÚBLICO FINANCIANDO LO PRIVADO).
Las
construcciones se van retrasando en base a revisiones sobre proyectos ya
aprobados y presupuestados, viéndose que desde el inicio son los mismos
protagonistas políticos, algunos sin cambiar de cargo, los que intervienen en
esta historia interminable de los hospitales comarcales. Tantas revisiones no
tienen otro objetivo que ir desvirtuando el propósito de la creación de
verdaderos Hospitales Comarcales Públicos que den respuestas a las necesidades
sanitarias a la vez que se va fortaleciendo tanto la concertación con la
medicina privada como la privatización de servicios externos.
En el 2001 se hace la 1ª
revisión del proyecto aduciendo
que es necesario ampliarlo. Ya han pasado 17 años y todavía seguimos sin
hospital:”los papeles van aumentando y las obras sin comenzar”
En el año 2002: 2ª revisión
del proyecto. Esta vez con el
Director del Servicio Canario de la Salud (SCS), D. Alberto Talavera, actual
Director de Área. En esa revisión se solicita expropiar 8.000m de terreno para añadir un
centro de Minusvalía y Discapacidad, así como un aparcamiento (parece que ni en
el proyecto inicial ni en la primera revisión se tuvo en cuenta que había que
aparcar).
En
el 2003 se hace la 3ª revisión alegando nuevas mejoras y
ampliaciones pero es un año más tarde cuando se dan cuenta de que
el desmonte del terreno puede afectar a las casas colindantes. ¿Es que los
técnicos que hacían los proyectos no vieron que el desmonte tenía consecuencias?
¿A quién se beneficia con esto? ¿Será al concierto establecido con las
clínicas privadas del Norte? Desde luego no beneficia a la población.
En
noviembre de 2004 se adjudican por fin las obras, determinándose que durarían
tres años. Al año, la estructura estaba casi terminada y es visitada por Dª
María del Mar Julios (entonces directora del SCS y actual consejera de Empleo y
Asuntos Sociales), Dª Cristina Valido (consejera de Bienestar Social del
Cabildo y presidenta del IASS) y otros miembros de la Administración, dándose
cuenta en esa visita de que hay problemas respecto a: accesos, saneamientos,
aparcamientos y otros. ¿Para
qué se hicieron las revisiones anteriores?
23 años después de empezar su
andadura, en marzo de 2007, se comunica que las obras se paran para nuevas
reformas: 4ª revisión. En junio de 2008, después de pararse
totalmente las obras se anuncia que se reformará de nuevo: 5ª revisión. En esta reforma el
gobierno informa que el retraso está motivado por la construcción de un nuevo
edificio para albergar el centro de especialidades y que las obres
comenzarán en 2009.
A fecha de hoy las obras de
especialidades no se han iniciado.
Para más desaliento el edificio
socio-sanitario finalizado en 2008 ya ha sido expoliado por ladrones, sigue sin
haber aparcamientos, luz, saneamiento ni línea telefónica, y colindando con el
edificio hay una cochinera y una bloquera que como no molestan a nadie, ahí
siguen.
El
cronograma evolutivo del Hospital del Sur es similar al del Norte: ha habido ya 5 revisiones de proyectos. También se dieron cuenta con los cimientos ya puestos
que el subsuelo tenía ceniza volcánica e impedía la continuidad de la
construcción.
Tanto
las poblaciones del Norte como del Sur realizan movilizaciones ciudadanas
presionando al Gobierno para la construcción de los hospitales.
La
plataforma pro Hospital público del Sur presenta ante el Parlamento Canario una
ILP avalada por 31024 firmas en 1998. En el año 2000 el Gobierno Canario
publicó la Ley 3/2000 y 4/ 2000, en la que se reconoce la necesidad
históricamente demandada por el pueblo pero en las que no se contemplan la creación de
verdaderos hospitales sino de centros socio-sanitarios.
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Porque
incluso en épocas de bonanza económica y con presupuestos ya aprobados se
impide la construcción de ambos hospitales? Una vez más, ¿a quién beneficia
esta situación? Hay que tener parálisis cerebral para no pensar directamente en
la privatización de los servicios como objetivo, y si no es así lo parece.
En Tenerife se han destinado grandes
cantidades de dinero a proyectos ni tan necesarios, ni tan demandados o incluso
ampliamente criticados como: Auditorio, Televisión Autonómica, remodelación de
la Plaza de España, Policía Autonómica, Puerto de Granadilla, etc. ¿no será que
además de incompetencia, mangoneos reiterados, mentiras para mantenerse en la
silla, hay algo más?. Y eso que hasta ahora no hemos hablado sino de obras y
proyectos, pues sabemos que estos servicio requieren además equipamiento,
contratación de personal y gestión.
Avisamos a la ciudadanía para que esté atenta, ya que la posibilidad. de la
gestión privada no es algo novedoso, ha sido probada en otras Comunidades
Autónomas, en base a la Ley estatal 15/97 que hay que derogar, demostrándose
que el coste de los servicios se multiplica por 5 respecto a los de gestión
enteramente pública del mismo nivel. Por eso también debemos exigir la derogación
de las leyes 3/2000 y 4/2000 del Parlamento de Canarias que la hacen posible
para estos falsos hospitales comarcales.
Una
vez más ganancias privadas a expensas de lo público
Nos preocupa que sigan habiendo mentiras y más demoras, y también nos preocupa
especialmente que un servicio tan demandado pase finalmente a manos de la
gestión privada pues nuestros políticos no han abierto la boca al respecto. Y
si la abrieran, ¿serían creíbles?.
Es necesario que la población se movilice para exigir la
finalización de las obras de auténticos hospitales comarcales, así como para que su gestión sea
pública pues al fin y al cabo todos los sobrecostes de la privatización,
económicos y en la calidad, los acabará pagando la ciudadanía.
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