J. L. CÁMARA – T. FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Más de dos años después de que concluyeran los trabajos de
construcción y acondicionamiento, el helipuerto del Hospital
Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) sigue sin estar
operativo. Según aseguran desde la Consejería de Sanidad, la Agencia
Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que depende del Ministerio de
Fomento, está revisando el estudio técnico de la instalación, que ocupa
1.465 metros cuadrados y se ubica en la azotea de los nuevos bloques de
edificios ideados y situados junto al antiguo centro hospitalario.
Las explicaciones de Sanidad, sin embargo, contrastan con las
opiniones de algunos expertos y otras fuentes consultadas por este
periódico, quienes denotan que el helipuerto “no ofrece garantías de
seguridad” y su puesta en marcha, tras un gasto de 2,1 millones de
euros, puede provocar “serios problemas” en las plantas superiores del
hospital, donde se ubican los laboratorios.
“Tiene todos los males que afectan al del Hospital Universitario de
Canarias (HUC), o incluso alguno más”, opina un experto en seguridad
aérea, quien recuerda que “la insensatez que supone ubicar un helipuerto
en la línea de aproximación de un aeropuerto como el de Tenerife Norte.
Aunque para llegar allí se vuela por debajo del umbral en el que lo
hacen los aviones, el hecho de que se trate de vuelos de emergencia
supone un quebradero de cabeza y un riesgo innecesario”.
También el régimen de vientos sopla en contra de la instalación. “Te
da de costado y es muy peligroso, como en el del HUC; es un viento de
ladera descendente nada sencillo para aterrizar o despegar un
helicóptero”, recalca el experto, quien insiste en que el helipuerto
presenta dos problemas más: “La plataforma sólo soporta cuatro toneladas
y media, casi al límite del peso de los helicópteros con los que
trabajaba Canarias cuando se diseñó. Los de ahora pesan menos, pero
cuidado si se vuelven a renovar”. En este sentido, esta misma fuente
considera que Fomento “no dará permiso” para que la instalación opere,
ya que, según él, “situar el helipuerto encima del edificio es un riesgo
que no se tenía que haber corrido bajo ningún concepto, porque hay
descampados y aparcamientos cercanos al hospital”.
La ubicación del helipuerto, en cualquier caso, no sólo supone un
riesgo para la operatividad del mismo. El normal funcionamiento del
hospital podría verse afectado por los despegues y aterrizajes de las
aeronaves. Así, según exponen fuentes del propio recinto hospitalario,
“las vibraciones y tracciones que provocarían los helicópteros pueden
desajustar algunos aparatos de los laboratorios de Microbiología,
Análisis Clínicos y Hematología, situados entre las plantas quinta y
octava del edificio. De hecho, las mismas fuentes dejan claro que “es
más que probable que hubiera que redefinir la disposición de los
aparatos o de los propios laboratorios si finalmente se da el visto
bueno” a la controvertida helisuperficie.
Mientras eso ocurre, los pacientes que son trasladados de forma
urgente desde el Sur, La Gomera y El Hierro son transportados por un
helicóptero hasta Los Rodeos, donde son recogidos luego por una
ambulancia medicalizada que los traslada de nuevo hasta La Candelaria,
multiplicándose de forma innecesaria los tiempos de respuesta. Incluso
se ha llegado a dar el caso de urgencias de máximo nivel en las que los
pacientes son trasladados en helicóptero directamente al centro HUC,
donde sí funciona con normalidad el helipuerto.
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