Como decía Virgilio en La Eneida, "El día de cada uno está fijado".
Es incomprensible que a lo largo de los años de existencia de este hospital se sigan cometiendo los mismos errores una y otra vez sin descanso, sin piedad. ¿Es tan difícil aprender de los fallos cometidos, para de esta manera convertirlos en una excelente oportunidad de mejora, y voluntad de cambio? o se trata de esa miopía organizacional que algunos autores defienden como endémica?
¿Que hace a algunas personas mutar en cuanto tienen un insignificante puesto, olvidar de donde vienen, que fueron, y cuales eran sus expectativas, para convertirlo únicamente en una lanzadera personal?
El cambio no lo traerá nadie, el cambio está en la fuerza de cada uno.
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