lunes, 11 de junio de 2012

Carta firmada el pasado 1 de diciembre por Juan José Polo Carballo, MIR de Tenerife fallecido el día 19 cuando descendía del Everest

Protesta de un MIR por los recortes
Estimado/a paciente:
Mi profesión no es otra que la de un médico interno residente, comúnmente llamado MIR, que quiere pedirle disculpas por la serie de acontecimientos que han sucedido, están sucediendo y que van a suceder. Probablemente, usted, el principal afectado, sepa el porqué.
Pero permítame primero ponerlo un poco en situación. Actualmente, nosotros nos encontramos en un momento profesional que representa el punto intermedio entre el especialista y el estudiante recién salido de la Facultad. Ello implica que llevamos estudiando por lo menos siete años de formación universitaria (seis de facultad más uno de preparación para el examen MIR). Posteriormente, elegimos especialidad según el número de orden obtenido en dicho examen y comenzamos a trabajar como médicos en formación.
La especialidad suele durar cuatro años, e imagino que comprende lo duro que es llegar a ese punto y lo mucho que tenemos que trabajar durante nuestra residencia. Para que no haya dudas y ustedes estén bien informados de lo que cobra un residente en la Comunidad Canaria, les resumo nuestro sueldo de forma clara: sueldo base bruto: 1.103,54 euros; hora de guardia (en bruto y para servicios de 24 o 17 horas): entre 8,91 euros y 14,82, según año de residencia. O sea, un médico residente canario de segundo año recibe durante su jornada de guardia en un día laborable (17 horas seguidas más 7 de jornada normal) 10,8 euros por hora -un 1,1 por ciento menos que por su hora ordinaria de trabajo-, mientras que un navarro con sus mismas características obtiene 17,85 euros por hora -un 62,3 por ciento más que por sus horas ordinarias-. Por si eso no fuera suficiente agravio comparativo, se pretende reducirnos aún más este sueldo, pasando a cobrar 7 euros por hora de guardia, sin tener en cuenta el año de residencia y reducirnos el sueldo base. Sabemos que ganamos más que el salario mínimo, pero también creemos que nos lo merecemos. Aparte de la gran responsabilidad que representa jugar con su salud, estamos hablando también de largas jornadas laborales (sin descanso muchas veces), y lo único que pedimos es equipararnos a la media nacional, ni más ni menos.
Recientemente, al igual que cualquier funcionario, se nos redujo el sueldo (alrededor de un 5%), y asumimos que en épocas de crisis todos tenemos que poner de nuestra parte. Ninguno de nosotros se quejó.
Pues bien, actualmente se están debatiendo en el Parlamento de Canarias los recortes en los presupuestos, incluyendo por supuesto los de Sanidad, que se van a llevar a cabo para poder afrontar esta crisis que nos azota.
Antes de exponerle las medidas sin sentido que proponen los políticos que nos dirigen, queremos hacerle una simple pregunta que no necesita ni ser reflexionada: ¿creen ustedes que la solución es recortar las inversiones en sanidad o en educación? Nosotros tampoco. ¿Sabían ustedes que los profesionales sanitarios en España somos de los peores pagados en Europa? ¿Sabían ustedes que los servicios sanitarios que tienen grandes listas de espera están siendo derivados a centros concertados (privados) por un precio superior al que supondría realizar dicha prueba en la sanidad pública? Pues, a pesar de esta gran gerencia de los recursos, lo que se pretende es, además, que las cosas vayan a peor: nos quedamos sin oferta pública de trabajo, o sea, se nos forma en España (por supuesto pagado con impuestos nacionales) para que luego nos tengamos que ir al extranjero a trabajar; se pretende recortar los días de descanso (podríamos llegar a trabajar más de 59 horas semanales); se reduce el número de días aprobados para formación (o sea, los días para mejorar nuestra labor); insinúan que si ingresan en un hospital van a tener que pagarse hasta su propia agua y que incluso sus sábanas no se van a lavar cada día; se alargarán las ya grandes listas de espera (se suprimirán las jornadas de tarde); no se sustituirá a los médicos que necesiten una baja laboral (imagine si ya están las consultas saturadas, cuánto más pueden llegar a estarlo), y mil etcéteras.
Por todo esto, lo que queremos es pedirles de antemano perdón; perdón porque vamos a luchar por nuestros intereses y perdón porque vamos a luchar por los suyos. Las medidas para salvar la sanidad van por otros caminos, así que, por favor, entiendan y apoyen nuestra lucha; porque nosotros, los residentes, no nos vamos a parar.
Atentamente suyo.
Grupo de Protesta MIR Canarias
Nota: esta carta fue firmada el pasado 1 de diciembre por Juan José Polo, MIR de Tenerife fallecido el día 19 cuando descendía del Everest.

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