A escasas horas de que el Parlamento de Canarias dé su visto bueno al
Plan Económico-Financiero de Reequilibrio de la Comunidad Autónoma,
muchos departamentos ya trabajan en las medidas de ajuste que se pondrán
en marcha en las próximas semanas.
Una de las áreas donde se producirán más cambios es en sanidad, ya
que el Ejecutivo que dirige Paulino Rivero pretende ahorrar más de 26
millones de euros en la optimización de la gestión de los recursos
humanos y otros 46 millones reduciendo los gastos de los servicios
contratados y otras mejoras organizativas. Entre los ajustes se incluye
la reducción un 10% (más de 20 millones de euros) de los conciertos con
la sanidad privada, así como la promoción de nuevas licitaciones en los
mismos, “evitando las prórrogas automáticas y buscando precios más
ventajosos”, según reza el documento.
Según explican desde la Consejería de Sanidad del Ejecutivo
autonómico, “se instaura esta medida teniendo en cuenta que la
concertación forma parte de la medicina pública, como recurso para dar
respuesta a necesidades de los usuarios y, como tal, está sujeta también
a las medidas de ajuste presupuestario”.
Los recortes en este ámbito, sin embargo, no son nuevos, como
reconocen desde la propia Consejería y las clínicas privadas, que ya
llevan dos años recibiendo menos pacientes procedentes de la sanidad
pública. Es el caso de USP Hospitales, que posee conciertos con el
Servicio Canario de la Salud (SCS) en cirugía, crónicos y
rehabilitación. Según explican a este periódico, “llevamos tiempo
reorientando nuestra actividad por los recortes”. “Y una reducción del
10% sin duda afectará, pero habrá que ver en qué términos”, inciden en
USP. En la misma línea se han manifestado desde Hospiten, al señalar que
“se ha notado de forma significativa la disminución del número de
pacientes. En 2011 ya cayó la actividad con el Servicio Canario de la
Salud un 10%, pero en estos primeros seis meses del año ya se ha
superado este porcentaje”.
“El objetivo es mantener la mayor parte de los conciertos en los
mismos términos, pero siempre ciñéndonos a lo presupuestado”, recalcan
desde el Gobierno de Canarias, donde incluso señalan que “también se
pretende que el recorte salarial sufrido durante el último año por el
funcionariado -por imposición del Gobierno central- tenga su reflejo en
la privada”.
Hay que recordar que la partida que se destinó en los Presupuestos
Generales del pasado año a asistencia concertada (artículo 25 del
presupuesto de gastos del Servicio Canario de la Salud) fue de
178.516.845 euros, 13,2 millones menos que el año 2010 y casi 15 menos
que en el ejercicio 2009. Paradójicamente, según los datos facilitados a
este periódico por Sanidad, el porcentaje de crédito destinado en 2011 a
la concertada, en relación al presupuesto total, fue el mayor de los
últimos cinco años, ya que supuso el 7,08%.
No obstante, esta cifra no incluía lo que las gerencias de Atención
Primaria destinan a convenios con las universidades canarias para pagar a
los profesores vinculados, así como a otros contratos de prestación de
servicios, entre los que se encuentran los de hemodiálisis en centros
hospitalarios y no hospitalarios, la oxigenoterapia en domicilio, la
resonancia magnética, la medicina nuclear y otros servicios de
asistencia sanitaria que no se pueden prestar con medios propios, que
también han sufrido recortes en el presente ejercicio de 2012.
Los números que ofrece la Consejería, curiosamente, contradicen las
críticas vertidas por los sindicatos del sector y del Foro Social
Canario por la Salud y la Sanidad Publica, que recientemente alertó del
“peligro” que supone para la sanidad pública los conciertos con las
entidades privadas, que, según aseguran, en el 2011 ascendieron a 200
millones de euros, mientras en la pública se recortaron alrededor de 400
millones.
JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
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