La escasez de EPIs en la sanidad canaria
y sus hospitales no es ningún secreto, existe un déficit, y se dan a
cuenta gotas a sus profesionales, donde se les aporta una mascarilla que
deben tener puesta todo el día, donde no existen zonas de
descontaminación, y donde no se están llevado a cabo test al personal
sanitario.
Tenemos la sensación que tanto los
responsables políticos de Canarias, como los responsables de la gestión
de los hospitales canarios, toman medidas y desiciones a pie cambiado,
llegando tarde a las intervenciones sobre previsión de contagio. Hemos
visto como en el día de ayer se han empezado a adoptar medidas que
deberían haber sido adoptadas por previsión y contención de la
enfermedad desde el primer día en que fue decretado el Estado de Alarma,
incluso desde la aparición del primer contagiado en la isla de la
Gomera, primer caso en todo el estado.
El personal sanitario de los hospitales
de Canarias nos sentimos desamparados ante esta situación, más cuando se
nos niega algo tan elemental para el cuidado, no sólo de la salud
personal de las sanitarias, sino también de los pacientes que vienen a
los hospitales, ante situaciones de posibles contagios.
Resulta ridículo que prácticamente una
semana después de haberse decretado el Estado de Alarma se empiecen a
tomar temperaturas a los pasajeros en el aeropuerto de Tenerife, y se
apueste por un hospital de campaña, cuando son medidas de prevensión que
deberían haberse adoptado desde el inicio, sabiendo que los principales
riesgos se corren con el trasiego de personas de un lugar o país a
otro. Dada la realidad socioeconómica de Canarias, los aeropuertos son
responsables directos de nuestro principal motor económinco, el turismo.
Entendemos, como personal sanitario, que
los cargos públicos y políticos han primado, y siguen haciéndolo a día
de hoy, los intereses económicos a los sanitarios de la población de
Canarias, siendo ésta región, además, la que históricamente ha destinado
menor presupuesto a la sanidad, presupuestos que, encima, gran parte de
ellos son copados por la sanidad privada mediante conciertos que ahogan
la salud pública de Canarias.
Instamos a las autoridades competentes a
que resuelvan el tema de los EPIs con la mayor inmediatez y premura,
para que el personal sanitario no nos veamos saturados física y
psicológicamente ante esta crisis del COVID19, y que la misma crisis
sirva para un cambio de modelo sanitario en Canarias, donde se prime
realmente la salud y la sanidad pública frente a las intervenciones
privadas, que mantienen en constante déficit de cuidados y medios a la
sanidad canaria.
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