La
tensión en el hospital de la candelaria crece según van pasando las horas. La
falta de material de protección se nota, compañeras con patologías crónicas o
inmunodeprimidas buscan las escasas y codiciadas mascarillas que ahora se
encuentran bajo llave y estricto control (FFP2). El liquido desinfectante para manos está
desapareciendo como agua en el desierto, y continúan dándose ordenes
contradictorias, mientras observamos por las noticias la declaración
del estado de emergencia en toda España.
Los
sindicatos, teóricos defensores de los derechos de los trabajadores y de sus
condiciones laborales se encuentran más preocupados de sus inminentes elecciones
sindicales que de los abusos que se están cometiendo en estos días.
Los
mandos intermedios, supervisores, subdirectores, dirección… etc. corren y
corren, no sabemos si rogando que se salve su pescuezo o apabullados por una
situación que se escapa a sus supuestas “expertas capacidades de organización y
gestión”
Mayday,
Mayday, Mayday … HAY ALGUIEN?
¿Quien cuida del cuidador?
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